
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, impuso el miércoles aranceles de 10% a las islas de Heard y McDonald, archipiélago autónomo de Australia inhabitado por humanos y sin actividad económica.
El archipiélago, en el océano Índico, es el hábitat de focas y pingüinos, por lo que fueron declaradas Patrimonio Natural de la Humanidad y son principalmente visitadas con fines de investigación científica.
Sin embargo, las islas de Heard y McDonald fueron incluidas en la tabla de países afectados por los aranceles que Trump impuso el miércoles a las importaciones de buena parte del mundo.
El archipiélago de Australia está inhabitado de humanos
De acuerdo con el gobierno australiano, el archipiélago está «inhabitado de humanos y es una de las áreas menos perturbadas antropogénicamente del mundo».
Estas islas extremas tienen industria pesquera, pero carece de edificaciones o viviendas. Según datos de exportación del Banco Mundial, Estados Unidos importó 1,4 millones de dólares estadounidenses en productos de las islas Heard y McDonald en 2022, casi todos importaciones de maquinaria y productos eléctricos.
Durante los últimos cinco años, las importaciones procedentes de las islas Heard y McDonald oscilaron entre los 15.000 y 325.000 dólares.
Aranceles de Trump llegan a zonas remotas
Las islas de Heard y McDonald no son el único territorio que la Casa Blanca incluyó como un país en su tabla de aranceles globales. Trump también impuso aranceles a Tokelau, territorio que depende de Nueva Zelanda con aproximadamente 1.600 habitantes, y las islas Cocos, otro archipiélago australiano con cderca de 600 habitantes.
Trump agudizó el miércoles su guerra comercial con la imposición de arancel global de base de 10%, que en algunos casos es superior, como en el de China o la Unión Europea (UE), porque los acusa de tener barreras comerciales contra los productos estadounidenses.
NAM/El Nacional